No por ello tiene una calidad menor. Es una manteca de origen tropical, originariamente de la República Dominicana y Su composición es muy parecida a la del cacao y la del karité.
Esta fruta contiene en su interior un hueso, y dentro de ese hueso se encuentra una almendra o grano con la que se elabora la manteca de mango a base de prensarla.
Su cremosa y consistencia suave está directamente relacionada con sus ácidos grasos, principalmente oleico y esteárico, aunque también es muy rica en otros activos como los FITOESTEROLES ( ayudan a la microcirculación y la barrera protectora de la piel, ralentizan el proceso de envejecimiento cutáneo, son antiinflamatorios y protegen contra los rayos UV) y POLIFENOLES (potentes antioxidantes, captadores de radicales libres y estimulan la síntesis de colágeno).
Al ser una manteca es muy emoliente y nutre perfectamente la piel, ayudando a mantener su hidratación y evitando la descamación de la misma.
También es muy buena para el cabello ya que lo nutre y refuerza su cutícula.
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